MAS SOBRE LAS REGLAS DE LA ORTOGRAFIA
HOLA!!! DE NUEVO SIGAMOS APRENDIENDO MAS SOBRE LA ORTOGRAFÍA
Si bien en el caso de las letras puede hablarse de ortografía arbitraria para aludir a aquella que no tiene ninguna justificación ni etimología ni histórica en otros aspectos, sin embargo, las reglas ortográficos son más exactas, por ejemplo en la acentuación respecto a la ortografía de las mayúsculas y de los signos de puntuación, aunque algunas reglas de su uso sean muy claras, otras dependen de la intención o del estilo de cada uno.
Pensemos, a modo de resumen de lo dicho, esta contradicción: las normas ortográficas tienden a la estabilidad, como toda norma si quieres ser útil, a pesar de que algunas de ellas puedan ser cambiadas a lo largo de la historia, pero regulan un ente dinámico, vivo, cambiante por naturaleza como es una lengua. Los hablantes constantemente inventamos nuevas palabras o deformamos algunas de las existentes los medios de comunicación introducen a menudo vocablos extranjeros, los nuevos aparatos técnicos exigen nuevas palabras, etc. Todo ello crea problemas ortográficos. ¿Debemos aceptar como correctas palabras como sociata por socialista, bocata por bocadillo. Cada vez hay más gente que tiene problemas para distinguir palabra como pollo y poyo, pues se va extendiendo la igualación fonética entre la 11 y la he intervocálicas ¿ cómo adaptar las palabras extranjeras . algunas se siguen escribiendo con la grafía de su lengua original, como whisky , a pesar de los reiterados intentos de generalizarlas en su forma adaptada güisque . Por suerte, algunos vocablos nuevos son de fácil adaptación como del aparato informático llamado modem. Ante esta avalancha de presiones ¿ es conveniente un cambio constante de normas o hay que mantenerlas dejando la libertad de adaptar las novedades a los usuarios de la lengua .
Los académicos d la lengua española han optado por la actitud flexible y prudente de mantener las normas básicas { nos referimos a reglas como la de empleo de m delante de b y de p por ejemplo} y dar orientaciones periódicas de cómo adaptar o regular las novedades que se producen . Hay que tener en cuenta que el aprendizaje de la ortografía es un proceso lento en la historia personal. Una vez asimiladas las normas por una persona, seria desconcertante tener que interiorizar cambios frecuente y si esto se diera cabria el peligro de que cayeran en la desalfatizacion persona que habían sido competentes en este terreno . Por otra parte, como se había dicho anteriormente, la educación total entre fonética y escritura, entre palabras admitidas y forma novedosas, nunca puede ser total en razón de la naturaleza dinámica de la lengua t diversidad regional, social e, incluso, individual .
El usuario de la lengua puede tener la tranquilidad de que su esfuerzo por asimilar la ortografía no es baldío, pero debe adquirir el habito de consultar , cada vez que le asalte la duda , un buen diccionario para cerciorarse de las formas admitidas y, en último término, siempre queda el recurso de usar comillas o letra cursivas para señalar vocablo o modismo no regulares . Solo con respeto a las convenciones de las lenguas escrita se evita la disgregación de un patrimonio común y se facilita la comunicación y el buen entendimiento entre los hablantes de una lengua.
¡¡¡¡¡¡RECUERDA!!!!
Si bien en el caso de las letras puede hablarse de ortografía arbitraria para aludir a aquella que no tiene ninguna justificación ni etimología ni histórica en otros aspectos, sin embargo, las reglas ortográficos son más exactas, por ejemplo en la acentuación respecto a la ortografía de las mayúsculas y de los signos de puntuación, aunque algunas reglas de su uso sean muy claras, otras dependen de la intención o del estilo de cada uno.
Pensemos, a modo de resumen de lo dicho, esta contradicción: las normas ortográficas tienden a la estabilidad, como toda norma si quieres ser útil, a pesar de que algunas de ellas puedan ser cambiadas a lo largo de la historia, pero regulan un ente dinámico, vivo, cambiante por naturaleza como es una lengua. Los hablantes constantemente inventamos nuevas palabras o deformamos algunas de las existentes los medios de comunicación introducen a menudo vocablos extranjeros, los nuevos aparatos técnicos exigen nuevas palabras, etc. Todo ello crea problemas ortográficos. ¿Debemos aceptar como correctas palabras como sociata por socialista, bocata por bocadillo. Cada vez hay más gente que tiene problemas para distinguir palabra como pollo y poyo, pues se va extendiendo la igualación fonética entre la 11 y la he intervocálicas ¿ cómo adaptar las palabras extranjeras . algunas se siguen escribiendo con la grafía de su lengua original, como whisky , a pesar de los reiterados intentos de generalizarlas en su forma adaptada güisque . Por suerte, algunos vocablos nuevos son de fácil adaptación como del aparato informático llamado modem. Ante esta avalancha de presiones ¿ es conveniente un cambio constante de normas o hay que mantenerlas dejando la libertad de adaptar las novedades a los usuarios de la lengua .
Los académicos d la lengua española han optado por la actitud flexible y prudente de mantener las normas básicas { nos referimos a reglas como la de empleo de m delante de b y de p por ejemplo} y dar orientaciones periódicas de cómo adaptar o regular las novedades que se producen . Hay que tener en cuenta que el aprendizaje de la ortografía es un proceso lento en la historia personal. Una vez asimiladas las normas por una persona, seria desconcertante tener que interiorizar cambios frecuente y si esto se diera cabria el peligro de que cayeran en la desalfatizacion persona que habían sido competentes en este terreno . Por otra parte, como se había dicho anteriormente, la educación total entre fonética y escritura, entre palabras admitidas y forma novedosas, nunca puede ser total en razón de la naturaleza dinámica de la lengua t diversidad regional, social e, incluso, individual .
El usuario de la lengua puede tener la tranquilidad de que su esfuerzo por asimilar la ortografía no es baldío, pero debe adquirir el habito de consultar , cada vez que le asalte la duda , un buen diccionario para cerciorarse de las formas admitidas y, en último término, siempre queda el recurso de usar comillas o letra cursivas para señalar vocablo o modismo no regulares . Solo con respeto a las convenciones de las lenguas escrita se evita la disgregación de un patrimonio común y se facilita la comunicación y el buen entendimiento entre los hablantes de una lengua.
¡¡¡¡¡¡RECUERDA!!!!
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